Mario nos trajo un girasol seco y repartió a sus compañeros las pipas del girasol. María Llama en su casa metió la pipa en un frasco con algodón y con mucho mimo la estuvo regando durante unos días. Éste es el resultado. María ha conseguido que la pipa-semilla crezca y ahora se está convirtiendo en un nuevo girasol. ¡Gracias chicos por enseñarnos tantas cosas!
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